SED DE CHAMPÁN


El Charolito sólo se fiaba de su polla. Era lo único en el mundo que jamás le daría por el culo. Con arreglo a esto, es posible imaginarle la noche de autos, adentrándose en la residencial: lleva el culo prieto, el ojo avizor y la pestaña alerta. Su andar, burlón de gracia y chiste, tiene eso que llaman guapura y que tantos suspiros obliga. Los zapatos van lustrados y arrojan un soniquete que preña de ecos lo oscuro, que nos anuncia su salvaje cercanía. También su turbio origen.
Se trata de un hijo de la otra orilla, digamos que de la parte baja del tobogán de la vida; crianza de negra cuna y linaje confuso; pellejo delator y un paso endiablado, el suyo, que repiquetea en las calles aún calientes por culpa del último sol de la tarde. A todo esto, y según su reloj de pulsera, pasan diez minutos de la medianoche. El perfil de la luna asoma ya entre dos casas y, a lo lejos, unos ladridos le informan sobre su condición de extraño. Sin embargo, llevado por esa familiar indiferencia que se gastan los solitarios, el Charolito sigue su camino por limpias aceras. Lo hace con inequívoco garbo de torero suburbial y repeinado, curtido en la alta noche a punta de capote, directo a probar suerte.

MONTERO GLEZ
Fragmento de la novela "Sed de champán"
Algar Ed. del Taller de MM, 2001

COLEGÓN BLUES


No tienes
nada en la cabeza vacía
nada
ni el cadáver de un pensamiento
ni el lunar curioso de la mierda de una mosca
solo polvo y telarañas
mentales.

De vez en cuando
como un mono aburrido en su jaula
te golpeas el cráneo
toc, toc
con el nudillo de un dedo
y divertido
oyes cómo suena a puro hueco
a chatarra.

El cerebro
se te debió ir una noche
regurgitado
en cualquier mala pota
o voló por los aires
el día tonto
que el andoba del maestro
preguntó en clase
cuanto era dos más dos
y levantaste triunfal el dedo
y fue
como si pulsaras
la voladura controlada
de tu futuro
al contestar tan ufano
noventa y ocho.

No tienes
nada en la cabeza vacía
pero aun así
a veces sospechas que en el mundo
puede haber
algo mas que pastillas, porros
y bares.
No tienes nada.
¿Qué carajo vas hacer?
Y te veo
encogerte de hombros
y rascarte como confuso
la mollera
y luego sonríes y te vas
mientras oigo acrecer las carcajadas
- qué cabrón -
y te pierdes por la esquina
despollándote
de risa.


DOMINGO LOPEZ
Inédito
Fotografía de ALEJANDRO VILLARRUBIA
Revista El Canto de la Tripulación, 10, Madrid

Y REGRESARTE



Iba solo
tambaleándose.

Borracho de amor,
borracho de hambre,
borracho de alcohol,
quién sabe.

Él iba solo tambaleándose


PEDRO GARFIAS
Poesia Completa - Ed. La Posada – Ayto de Córdoba, 1989


(Pedro Garfias murió en México, en Monterrey, en el sesenta y siete, prácticamente solo, de una cirrosis hepática. El combativo poeta - el que no salió en aquella célebre foto de la Generación del 27, el que fundó la Alianza de Intelectuales Antifascistas, el autor de “Primavera en Eaton Hasting” - no pudo con el exilio, con la soledad, con su nostalgia de Andalucía y acabó refugiándose en el alcohol. Hasta hace muy poco sus libros eran casi imposibles de encontrar. La editorial Renacimiento acaba de editar “Alas del sur”, su antología poética (1927-1967))

NATURALEZA MUERTA CON PERSONAJE


1.
Cuando comprendió que estaba definitivamente harto compró, sin saber para qué, una maceta. Desaliñado y macilento, con el pelo greñudo y un cigarrillo en la boca pastosa de resaca, principiando el mes de septiembre, a primeras horas de la mañana de un martes o un miércoles bajó por la Alameda Vieja, cruzó la plaza ante la gravedad visionaria y tribunicia de la estatua excretada del héroe de turno, miró de reojo en el quiosco de prensa los periódicos chorreando mentiras, aprovechó que pasaba junto al estanque de peces anaranjados y atónitos para alimentarlos generosamente escupiéndoles un salivazo jugoso, tomó la primera calle a la izquierda, la siguió cabizbajo como sigue un sabueso el rastro, amenazó con sus ochenta kilos a una paloma que se apartó precavida y garbosa de su bota del cuarenta y cinco. En la entrada del mercado municipal, mojando el asfalto a manguerazos, una brigada con chaquetas fluorescentes del servicio de limpieza parecía esforzarse, con un ímpetu insólito, en quitarle las legañas a una ciudad que se desperezaba tras soñar con el día que podría devorar sabrosas riadas de gentes por bocas amplias e inauguradas de metro. Y como siempre que se acercaba mañaneando por allí se encontró con el esquinero cadavérico de los cupones salmodiando el número venturoso, con el negrito que vendía baratijas y gafas y parloteando chanzas fundaba jubilosamente los supuestos y palmeables amigos que le barateaban el género, con la clavelera calé de ojos calculadores que también leía la mano y predecía, dependiendo de los billetes untados, herencias fastuosas o desastres ineludibles, con el mendigo guiñaposo de habitual expresión desvalida que alargaba la mano pordioseando la dadivosa ayuda de un céntimo o un lacasito, con el mismo guardia de jeta de asno y su manoseada libreta de multas que, enjaezado de azul y gorra, velaba con maniaca observancia por el cumplimiento puntual de la ley y rebuznaba los buenos días a diestro y siniestro, casi como lo diría una máquina expendedora de cumplidos. Sus buenos días, gracias, estuvo a punto de decirle con voz grave y una urbanidad mecánica. A esa hora había poca gente haciendo la compra o robando o engañando por lo que pudo acercarse al puesto de flores sin tropezar con nadie ni apartarse ni pedir perdón con fastidio y un susurro por haberle, por ejemplo, aplastado el juanete a cualquier cristianísima y mojigata señora recién salida a pasitos presurosos de la misa matutina, siempre temerosa de toparse con el sirlero que la desjoyara de la medalla devota y ostentosa del cuello o con el consabido niñato de aparatosa lengua rollinstoniana. Se quedó ojeando las macetas, los cactus agrupados que disimulaban a la espera de un dedo despistado, un bonsái solitario que parecía agazapado, rencoroso y con indudable aspecto de estar maquinando algo. Correr, huir, acudir a trompicones a la oficina de correos más próxima con un sello pegado en la frente y expresión de postal para que te matasellen la cabeza y envíen urgentemente al quinto demonio, pensó, mirándolo fascinado, sonriendo un poco. Justo al lado, en la siguiente tiendecilla, detrás de un fulano tripón que con una carretilla volcada recogía del suelo verduras y se cagaba grandilocuentemente en la hostia, la puestera de una anciana envuelta en riguroso luto colgaba con pinzas de secar la ropa, en una especie de tendedero, varios sostenes como serones de jumentos y algunas bragas disparatadas dignas del sexshop más delirante, esperando endilgar, mientras hacía tintinear la caja registradora del bolsillo de su delantal, los primeros a rollizas señoras de muslos rubensianos y mamas desbordantes y las segundas a cuarentonas enrubiadas, desesperadamente envueltas aún en celofán y, hartas de morar en el esperanzorio de que le ensortijaran para siempre un dedo, decididamente en pos de experiencias libidinosas con el tamagochi amoroso del cajón de la mesa de la cocina. Sacó un nuevo cigarrillo y tras encogerse de hombros estuvo por preguntarle al floristero de papada fofa de pelícano, quinielista obstinado y padre ejemplar de dos criaturas igualitas, qué tipo de planta o arbusto enano era capaz de aguantar viviendo durante los días y las noches de la abulia y el tedio, todas las horas del abandono que se arremolinan como hojas caídas y terminaban por desear putrefactarse en el rincón más próximo. Pero prudentemente se limitó a encogerse otra vez de hombros y tras pagar algunos euros al pescozudo por el vegetal con un par -le pareció- de sonrientes pulgones y peor apariencia y con él en una mano, haciendo el tallo vaivenes y sin flores, volvió sobre sus pasos para cruzar otra vez la ciudad ya en ebullición y entrar a una taberna a tomar un coñac como desayuno con las últimas monedas que le quedaban...


DOMINGO LOPEZ

Para la lectura del relato completo en La humareda:

NADIE ELIGE SER POBRE


"TENEMOS DERECHO A TENER DERECHOS"
Campaña contra la precariedad, por los derechos laborales y sociales para todos

Centenares de Asociaciones de Inmigrantes y organizaciones sociales de todo tipo han puesto en marcha una importante campaña con el objetivo de dignificar las condiciones de vida de los/as trabajadores/as inmigrantes en España y exigir una serie de medidas urgentes basadas en los siguientes puntos fundamentales:

!º - REGULARIZACIÓN INMEDIATA Y GARANTÍAS A LA RESIDENCIA Y VIDA FAMILIAR
2º - CESE DE LOS ABUSOS POLICIALES Y LA DISCRIMINACIÓN
3º - IGUALDAD PLENA DE DERECHOS

Más info y manifiesto:

EL UNIVERSAL


Me recuerdo saltando, bailando... porque en el Universal es de los pocos sitios en León donde se puede bailar... es superior a mis fuerzas, aunque esté sentado en ese taburete que me saca Susana de la bodega, sobre todo si pincha Bingo, ese hombre de sonrisa pícara, famoso por sus camisas, que habla con las canciones que pone, es su garito, ya son veinte años en primera línea de lo que se cuece en León... Si suena Aretha, me dan igual las putas muletas, freedom, que la gente se quede flipando con uno que baila y brinca a la pata coja, es el Bufa, el gastón del Uni, barra en la que me he refugiado en demasiadas tormentas internas, que siempre me ha sujetado, donde he encontrado una sonrisa amiga, una canción que suture unos instantes la herida que me dobla sobre ella, I feel good, parapara para pá, y resurjo, me tambaleo, no veo nada ni a nadie, pero siempre alguien me sujeta, si soy así, she´s got the jack, siempre oliendo, electrocutándome, porque allí he conocido a las mujeres que me han aportado algo en esta vida, por allí han pasado, me han buscado, en la barra o bajo ella, esa carretera secundaria hacia el infierno en mi cabeza, donde he perdido todos mis ases apostando al brillo de unos ojos de gata, desnudo, así siempre estoy, bebiendo barriles para tapar mis partes pudendas cuando lo doy todo para ti en la barra del Uni, cuando tengo a los pies mi ciudad y te recuerdo, te busco en el recuerdo de hace un instante que ya pasó, y te quiero volver a encontrar para volver a sonreír, Choose, porque elijo tus labios, esencia de un buen Blues, el que ahora suena, el ritmo en tu cuerpo de silencios, ya sabemos todo del muro... otro ron, otra canción que sirve la sonrisa de pearcings dentales de Susanita, las camareras del Uni, la vida que me dan... en esa barra que siempre me ha rehabilitado... I think, think, think

You better think (think) think about what you're trying to do to me Yeah, think (think, think), let your mind go, let yourself be free People walking around everyday, playing games that they can score And I ain't gonna be the loser my way, ah, be careful you don't lose yours

... y un toc toc toc de mis muletas siguen el ritmo del garaje donde guardo mis noches

ALFONSO XEN RABANAL

Más textos del autor:

LO MEJOR DE LO PEOR


Lo mejor de esconderte
no es que no te encuentren,
sino que te busquen y se jodan.
Lo mejor de rendirte
no es que los dejes ganar
sino poder irte al bar más cercano.
Lo mejor de que ignoren tu cara
no es que no te conozcan
sino que no puedan partírtela.
Lo mejor de huir
no es que de repente te largues
sino que ya nunca vuelvas.
Lo mejor de andar solo
no es que te salves de invitar
sino que evites pelea.
Lo mejor de que te perdonen la vida
no es que te quieran
sino que te dejen contraatacar.
Lo mejor de las balas de tu pistola
no es que te defiendan
sino que no seas el muerto.
Lo mejor de que venga el lobo
no es que te salgan con cuentos
sino que te vayas con él.
Y lo mejor de escribir
todo esto
no es que malgastes el tiempo
sino que alguien leyéndote
también lo pierda.

DOMINGO LOPEZ
Inédito

MIOPÍA


"¿Siempre eres así?", dijo la mujer encendiendo un cigarrillo mientras el amante limpiaba sus lentes con un trozo de sábana, aborreciendo de repente su miopía, la Puerta del Sol, su puta vida.

RAMÓN F. REBOIRAS
"El resto del mundo", Ed. Lumen, Bcn, 1999

AÑORUMBRE


El teléfono solo suena
cuando se equivocan, pensaba,
pero el corazón
igual le latía loco de contento
con los timbrazos.
Menos mal,
se decía,
que hay gente que yerra
marcando.

DOMINGO LOPEZ

ONETTI, SIEMPRE


"Durar frente a un tema, al fragmento de vida que hemos elegido como materia de nuestro trabajo, hasta extraer, de él o de nosotros, la esencia única y exacta. Durar frente a la vida, sosteniendo un estado de espíritu que nada tenga que ver con lo vano e inútil, lo fácil, las peñas literarias, los mutuos elogios, la hojarasca de mesa de café. Durar en una ciega, gozosa y absurda fe en el arte, como en una tarea sin sentido explicable, pero que debe ser aceptada virilmente, porque sí, como se acepta el destino. Todo lo demás es duración física, un poco fatigosa, virtud común a las tortugas, las encinas y los errores."

(Revista Marcha n° 6, Montevideo, Uruguay, 1939)

"Hay solo un camino. El que hubo siempre. Que el creador de verdad tenga la fuerza de vivir solitario y mire dentro suyo. Que comprenda que no tenemos huellas para seguir, que el camino habrá de hacérselo cada uno, tenaz y alegremente, cortando la sombra del monte y los arbustos enanos."

(Revista Marcha n° 11, Montevideo, Uruguay,1939)

"Tal vez nos convirtamos en sirvientes de la Cibernética. Pero sentimos que siempre sobrevivirá en algún lugar de la tierra un hombre distraído que dedique más horas al ensueño que al sueño o al trabajo y que no tenga otro remedio para no perecer como ser humano que el de inventar y contar historias. También estamos seguros de que ese hipotético y futuro antisocial encontrará un público afectado por el mismo veneno que se reúna para roderarlo y escucharlo mentir. Y será imprescindible – lo vaticinamos con la seguridad de que nunca oirémos ser desmentidos – que ese supuesto sobreviviente preferirá hablar con la mayor claridad que le sea posible de la absurda aventura que significa el paso de la gente sobre la tierra. Y que evitará, también dentro de lo posible, mortificar a sus oyentes con liteartosis."

(Revista Acción, Montevideo, Uruguay, 1966)

JUAN CARLOS ONETTI

POR UNA SOCIEDAD LAICA


Campaña
¡LA RELIGIÓN FUERA DE LA ESCUELA!

Más info y enlace al manifiesto de la campaña:


Organizaciones estatales y territoriales que respaldan la campaña:

Europa Laica / CEAPA / STES-i / Sindicato de Estudiantes / Izquierda Unida / CGT / Confederación Estatal de MRPS / ATEUS de Cataluña / Federación Estatal de Gays y Lesbianas / SOS Racismo / PCE / Juventudes Comunistas / Izquierda Republicana / Unidad Cívica por la República / Foro por la Educación Pública / Los Verdes / Liberación – Amanta / Foro Por Otra Escuela / Lliga per la Laïcitat de Catalunya (12 organizaciones sociales y sindicales) / Andalucía Laica / Granada Laica / Asociación de Maestros Rosa Sensat / Asociación Pi y Margall por la Educación Pública y Laica / Asociación Galileo de Úbeda / Asociación Cultural Escuela Laica de Valladolid / Asociación Escuela Laica de Albacete / Fundación Escuela Pública de Zaragoza / Colectivo Escuela Laica de Zaragoza / Foro Ciudadano de la Región de Murcia / Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid / Federación de Asociaciones de Vecinos de Valladolid / Club de Amigos de la UNESCO de Madrid / No nos Resignamos / Asociación Manuel Azaña / Plataforma Cultura contra la Guerra / Más Democracia / Espacio Alternativo / USTEC-STEs / Intersindical Alternativa Catalana (IAC) / Enseñantes Asamblearios de Canarias (EA-Canarias) / Asociación REDES de Sevilla /Asociación Laica de Rivas Vaciamadrid / FIDA-Federación Internacional de Ateos / Cullera Laica / Unión de Republicanos de La Isla. San Fernando. Cádiz / Partido Humanista / Trabajadores y jóvenes por la República / Ateneo Republicano de Valladolid

LA VIDA SIN NADA



Para C., que se quedó en el camino



Lo más preciado que poseo en la vida, mi sustento, es esa cabra que me mira y bala de hambre. Quiere el trozo de pan duro que, siendo lo único que comeré hoy, estoy mordiendo a pequeños y ansiosos bocados, para que tarde un poco en acabarse. El animal no se mueve. Quizás comprende que no debe gastar fuerzas en trotes inútiles y que alrededor suya, en bastantes kilómetros a la redonda, no hay otra cosa que esta llanura rojiza y pedregosa sobre la que diariamente padecemos juntos. A veces, cuando la debilidad y la fatiga no me lo impiden, la llevo a la loma de Zenuia, casi pastoreándola de verdad, y consigue masticar algún hierbajo, enano y espinoso, sin demasiado verdor donde sacar el alimento. Ella sabe bien que estamos rodeados por la miseria, condenados por la pobreza más absoluta y yo sé que cuando caiga muerta pereceré sin remedio tras ella. Me llamo Manssur, tengo 52 exhaustos años, que es mucha edad para un campesino pobre marroquí, una esposa y una hija sepultadas bajo el polvo del desierto y dos hijos que emigraron a España hace dos años y de los cuales no he vuelto a tener noticias. Es todo lo que he conseguido en una existencia brutal de necesidades, sobreviviendo casi por pura inercia, con la fuerza que, como lo hace una chumbera, atesora el cuerpo. Eso y la ropa y las alpargatas rotas que voy arrastrando. No disfruto ni siquiera de una morada digna. Vivo de alquiler en un cuartucho oscuro que pago con la leche que vendo en este lugar donde apenas germina nada que se pretenda cultivar, donde no llueve y el sol lo achicharra todo. No hay futuro aquí. La mayoría de los jóvenes dejaron la aldea, tentando la suerte. Ahmed, el vecino, tiene también dos varones en España. Pero él habla con ellos y le brillan de orgullo los ojos todas las mañanas. Sus hijos le enviaron un teléfono móvil, que exclusivamente enciende los viernes por la noche –cuando llaman - para que no se gaste y estropee la mecánica. Hasta se permite afirmar que va adquirir una antena parabólica y una televisión a batería. Es afortunado, su sonrisa y su reloj lo dicen todo. Si padece – y le gusta exponer sus numerosos achaques - es sólo lo normal en un sitio extremo y paupérrimo como este. Yo no podría pagar nunca un aparato como el suyo. No puedo ahorrar. Con la leche gano unos pocos dirharms, que mal me llegan para darle la mensualidad a Hazim, el casero, y comprar algo de pan y té. Y aunque pudiera ¿adónde iba a llamar? ¿A Almería, donde dicen que van todos y al parecer viven bien sus hijos? ¿Al fondo del mar, donde también pueden estar los míos? Un hombre no llora pero a veces, como si rebosara por dentro, casi sin darme cuenta, me surca la cara llena de arrugas dos lágrimas, una a cada lado. Me paso el día sentado aquí, pensando en mi hijo pequeño. Se fue con 14 años, sin despedirse. No sé ni quién le prestó el dinero. Dicen que llegó a Tánger, que pasó semanas alimentándose en los cubos de basura, que al final se ocultó en los bajos de un camión y logró pasar el estrecho. Al parecer las autoridades españolas lo descubrieron en un pueblo llamado Algeciras y la policía lo envió entonces a un centro de menores en el que ahora estudia el idioma y aprende un oficio. Si así fuera, él aprovecharía la oportunidad, es listo y aplicado. Y risueño. En cambio algunos aseguran que lo vieron subirse a una patera y que junto a otros chicos de Beni Mellal se los tragó el mar. Incluso alguien vino a mi puerta a presentarme sus condolencias. Yo no digo nada. Callo y acuclillado espero que pase el día, para que venga otro y pase también. Lo único que le pido a Dios, una y otra vez, es que esté vivo en España y que no lo echen y le den trabajo y rehaga allí su vida. Aquí no hay nada, la patria es el lugar en el cual uno come y se viste con decencia. Los sábados por la tarde voy a donde yace Fátima, la que fuera mi mujer, y le cuento que todavía no sé nada de los hijos que parió dolorosamente. Barro el suelo con una rama seca y ordeno la hilera de piedras que marcan el terreno que ocupa la tumba. A su lado está mi niña Zahra. La cabra me acompaña siempre, como un perro. Luego volvemos al jergón. Y digo volvemos porque duerme a mi lado. No tengo corral ni cuadra ni otro sitio donde dejarla sin temor a que la roben y la vendan o se la coman una noche. A veces, de madrugada, la oigo masticar la manta rota sobre la que se echa. O me despierta el olor penetrante de su orín. Pero no me quejo, nunca lo he hecho. A estas alturas, después de tantos años de penalidades ya nada me molesta. Ni siquiera el insomnio, la angustia de no poder dormir. Y cuando puedo dar una cabezada me espabila enseguida cualquier ruido, un rebuzno, algún grito lejano. Son mis hijos que vuelven a verme, me digo temblando, soñando aún. Pero entonces el silencio de la noche lo cubre todo, dejando a la intemperie de mi corazón la soledad y el sufrimiento. Si vinieran, aunque sólo fuera un rato, podría luego morir en paz. Allá en la muerte debe de haber un rincón para mí. Si supiera que gozan de salud y trabajan, que se hacen personas de respeto, aunque no pudiera abrazarlos hasta cansarme me iría de este mundo ahora, tranquilamente. Sé que no me llevarían con ellos, entiendo que en ese país les resultaría un estorbo. Porque ¿qué podría hacer allá un viejo y una cabra? Hacer gastos, exigir atenciones y comida, sin arrimar el hombro o arremangarse en las faenas. No, nunca me iría. Jamás salí de esta tierra, nunca atravesé aquellos montes pelados. Mis ojos no conocieron otra cosa que cielos sin nubes y resignación. Al paso que vamos dentro de poco ya no habrá nadie que encale las paredes de abobe, ni se oigan – y ya apenas se oyen – las risas montunas de los niños. Dejaran de correr tras una pelota de trapo para hacerlo tras ese nombre, Europa, tras el porvenir que aquí no tienen. Muchos seguirán dejándose la vida en el camino y no tendrán ni sepultura. ¿Como los míos? Si están vivos, si no murieron, si no me han olvidado quizás en alguna ocasión reciba algo de dinero que me permita gozar de una vejez digna. Me compraría una tetera y un infiernillo con su bombona llena. No necesitaría alardear, como Ahmed, de inutilidades ni inventos modernos. Me basto con poco. Sí, yo los traje a este mundo inhumano pero no sé si, por ello, es culpa lo que siento. Contemplo el horizonte, el día que se encamina lentamente a descansar, a buscar el alivio de la noche que lo releve y libre unas horas de existir. Un viento aún caliente levanta remolinos de fina arena, llevándose, a falta de hojas, los rezos y lamentos de los ancianos y los sueños de huida de los últimos muchachos. Me levanto y la cabra se acerca. Teme quedarse sola. Le acaricio la cabeza y me vuelve a mirar, como si supiera y entendiera todo lo que estoy pensando, todo lo que me cuento a mí mismo. En la realidad más cruda, cuando es cotidiana y compartida, sobran los gestos y las palabras. Antes de que la oscuridad nos envuelva iré a por agua, caliente y amarillenta, al pozo comunitario. Llenaré la botella para beber y asearme. Y para regar las semillas que, enterradas desde hace semanas en una vieja lata, parecen negarse a brotar, como si supieran lo que aquí les espera. Y el animal me sigue, faldero, hacia lo que llamo mi casa, en silencio, como si ambos únicamente tuviéramos para rumiar el escaso resto de fe que nos queda.

DOMINGO LÓPEZ

EL RELLANO


Saldrás al rellano
y se cerrará la puerta
detrás de ti. No esperes
que vuelva a abrirse. Ellos vigilan
por la mirilla. Si te vuelves
te llenarán de improperios.
Son muchos contra tí. Tienen
la casa bien dispuesta:
muebles sólidos, y oscuras
cortinas que unifican
la luz. A ti no te queda
más que la desnudez
del rellano y los peldaños
que bajas lentamente
hasta la calle. Camina
sin mirar atrás.
Ahora eres el único hombre
del mundo. Si encuentra a otros
también serán obcecados
luchadores solitarios,
expulsados para siempre
de la magna asamblea
por el alto consejo de los justos.

MIQUEL MARTÍ I POL
"Antología", Ed. Libertarias, Madrid, 1987

LAS 17 ROSAS GADITANAS


Cuentan que eran diecisiete chicas jóvenes de Grazalema, en la provincia de Cádiz, que tenían entre 20 y 30 años de edad, que las sacaron a golpes una noche de sus casas, las llevaron al paraje de Los Alamillos y allí, al lado de la carretera, las fusilaron e inmediatamente las enterraron en una fosa, cuentan que las mataron abrazadas unas a otras e incluso que con ellas iban dos niños, hijos de una de las asesinadas... Han pasado más de 70 años y a pesar de que las autoridades franquistas trató de borrar las fechas, los motivos del crimen y otros detalles, el pueblo no olvidó nunca el lugar exacto y con algunos testimonios orales, poco a poco, se ha ido recopilando los datos que está permitiendo recuperar esta ignominiosa historia. Pero aún así, los vecinos del lugar, tantos años después, sigue haciéndose la misma pregunta ¿Por qué las mataron? Al parecer fue por venganza, por pura maldad. Eran mujeres y novias de trabajadores, de rojos; unos ya habían muerto y otros estaban en la zona republicana o eran guerrilleros en la sierra. La de Los Alamillos es una fosa de castigo, una más porque en la misma zona hay otras fosas: dos en El Boyar, una en Los Asomaderos, otra en la subida al pinsapar, en la Esquina del Tajo y en el antiguo cementerio de Benamahoma hay otra donde están los restos de unos cien fusilados y... Y toda la sierra de Cádiz sigue siendo un cementerio clandestino. La Ley de Memoria Histórica es una ley descafeinada, un lavado de cara que no afronta con rigor los desenterramientos ni investiga y culpa a los asesinos y mientras tanto la derecha y sus curas cómplices, siguen clamando desvergonzadamente que se olvide todo. Y los muertos siguen en cualquier cuneta… ¿Hasta cuando?

CANCIÓN TRISTE DE FUR ROS STRIT


Para A.L.A. y CH.B, evidentemente

Me despertó tapándome el oído con el metal frío -lo supe enseguida- de una pistola. No era una caracola, no oía el rumor del mar. Y también supuse inmediatamente quién estaba por manejar el gatillo. Y la pipa, en su mano, como el muñeco de un ventrílocuo,
- Hola
haciéndose sitio en mi oreja como tratando de echarse, como buscando acomodo. Vi, con la cabeza aún en la almohada de los brazos, sobre el escritorio, cómo nos miraba impávido Thelonius, el gato callejero que apareció un día enroscado en el sofá, tras okuparlo de un brinco, y cerré los ojos, inmóvil e intolerablemente triste. Aunque mi vida nunca había valido nada en ese momento cotizaba aún menos. Bostecé entonces, sin querer, dócil y rendido. Y mi exmujer, hurgándome con aquel bastoncillo tan inquietante como áspero.
- No seas maleducado con las visitas, aunque sean inoportunas o imprevistas y, sobre todo, no te muevas y no te hagas el héroe, no me infles las tetas. Estoy decidiendo si destaparte los sesos ahora o mejor, cuando me des toda la pasta que sacaste ayer en las carreras…
Traté denodadamente de sonreír y no pude de ninguna manera. Me imaginé entonces sentado en el infierno, mohíno, mientras sus amigotas, las golfas golosas, me sorbían el poco cerebro que tengo, por el agujero de la bala, con pajitas de colores. De pronto me apetecía volver a dormir, olvidar, rebobinarme para apagar mi vida, previsor. La muerte, pensé, tal vez, quién sabe, podía no estar del todo mal y arreglar algunas cosas, algunas, no había que ser demasiado optimista o avaricioso. Y yo, contrito, cansado y deseando sacar una bandera, una sábana blanca ondeando del palito de un chupachups.
- Dispara, lo mismo hasta me haces un favor, fíjate
Había leído hacía poco esa frase en una novela y la dije vocalizando perfectamente, casi como un personaje. Eso me gustó. Un personaje. Ella se rió como una burra demente, odiándome con esmero. Noté cómo le temblaba la mano. Un tirito bien tirado no es nada, pensé, dándome ánimos. Sobre mi cara estaban los folios que había emborronado esa tarde, entre trago y trago de bourbon, antes de dormirme sin darme cuenta. Imaginé los poemas manchados de sangre, mi cabeza despachurrada encima de ellos, guarreándolos. Aposté, casi desesperado, que la pistola debía ser una Beretta, no había mucho que perder y era la única clase de arma que recordaba. Y yo, simplón
- Es una Beretta, nena.
Incrustó el cañón aún más como si quisiera atracar directamente al cerebro. Casi se podía oler la pólvora. La gente por aquel tiempo se mataba por dinero, por un chocho de categoría o por fastidio o aburrimiento. Y yo sabiendo ya cual de los cuatro motivos había elegido para difuntearme sin más…


DOMINGO LOPEZ

(Esta es el comienzo del relato, que es algo largo para colgar aqui sin causar daños o lesiones de consideración. Si hubiera o hubiese algún/a incauto/a que no pueda aguantarse la curiosidad y quiera saber cómo carajo sigue o termina no tiene más que levantar la mano o mandar un correo a la dirección
lacosaquearde@yahoo.es
y gustosamente se lo revoleo, enterito, del tirón)

SOMOS UNA GRAN FAMILIA


armémonos de valor y vayan a la guerra
exhortan los señores a los súbditos
y es el muerterío de pobres contra pobres,
que los sobremurientes sepulten a los bajomurientes
y aquí sea la paz, la pax, la peace,
eh, dragones, dice el mariscal que luchéis
hasta la muerte y luego nos iremos todos a almorzar

JULIO HUASI

CARRANQUE DE RIOS


La vida del escritor anarquista Andrés Carranque de Ríos (Madrid, 1902- 1936) fue en si misma una intensa novela de acción. De origen muy humilde, a los seis años comenzó a buscarse el pan vendiendo periódicos por la calle y con apenas quince, ya con plena conciencia social y política, participa en las algaradas madrileñas de Embajadores y Cuatro Caminos, formando parte de los asaltos a las tiendas de comestibles, siendo encerrado en la Cárcel Modelo de Moncloa donde parece que compone sus primeros poemas, con títulos tan incendiarios como “Elogio a la pistola” y “Canto a la dinamita”. A comienzos de 1918, sin despedirse de nadie, se fuga a Bilbao y de allí marcha a Santander embarcando como polizón hacia Francia y cuando le descubren paga el pasaje como fogonero del buque. Al desembarcar se hace estibador portuario y vagabundea como mendigo, con apenas diecisiete años, por Amberes y París, donde le detienen y encarcelan por supuesto malhechor. Vuelve entonces a España, pernoctando en estaciones ferroviarias hasta llegar a San Sebastian y serían unos camaradas anarquistas vascos los que le sufragan el viaje de vuelta a Madrid. En el año 1921 ocurriría un suceso que agitaría aún más el temperamento subversivo de Carranque: Eduardo Dato, entonces presidente del Gobierno, transita en su coche oficial por la Puerta de Alcalá y es tiroteado desde una moto (“Para nosotros los anarquistas, fue un suceso máximo. Me encerré en una habitación y redacté un manifiesto tremendo (...) Se lo leí a mis camaradas en una taberna y quedaron entusiasmados...”) Tras imprimir y repartir estos pasquines, que defendían la acción directa violenta, sus compañeros y muchos viandantes son detenidos, huyendo entonces a Málaga, donde la Guardia Civil le detiene, tras encontrarle desnudo en la playa, y descubren casualmente que es el autor de dichos panfletos, por lo el cual pasará un año en presidio. Cuando sale a la calle con el empuje de sus 20 años y la cabeza llena de sueños literarios, parte otra vez para Francia. En París unos amigos libertarios le encuentran empleo de barnizador, pero como le falta tiempo para estudiar en bibliotecas, aprender en museos y escribir en los cafés, alguien le recomienda un truco para cobrar sin trabajar (“tenía que lijarme un brazo, tirarme por una escalera y hacerme picar por una mosca de milano para que se me hinchara la supuesta herida”) Así es como obtuvo la baja médica. De regreso a España, cumpliendo con el temido servicio militar, convence al dueño de una huevería para que le edite su primer poemario, titulado “Nómada”, que sólo vende 5 ejemplares, mientras sobrevive vendiendo revistas, de apoderado de su hermano boxeador, de albañil e incluso como modelo de desnudos en la escuela de Bellas Artes. El 5 de noviembre de 1930 emprende su tercer y último viaje a París y a finales de 1931 está de regreso con su primera novela, "Uno", que logra publicar tres años después, con un prólogo de Pío Baroja, a quien conoció a raíz de su interpretación cinematográfica como extra en una versión de "Zalacaín el aventurero". La venta en librerias de esta novela, en mayo de 1934, le empuja a escribir con ahinco, emprendiendo la que sería su segundo libro "La vida difícil". En 1936 recibe por fin un mediano reconocimiento literario con la dostoieskiana novela "Cinematógrafo", efímera gloria ya que al poco tiempo de su publicación se le detectó un cáncer de estómago que acabó con sus días el 6 de octubre de 1936, a los 34 años, poco después de estallar la guerra civil.

(La obra de Carranque de Ríos, aunque inclasificable, se suele integrar en la gran corriente de la novela social de preguerra, que abanderaron autores como Díaz Fernández, Arconada o Arderius y durante muchos años fue completa e injustamente olvidada. No será hasta finales de los años sesenta que se le reseña y se descubre vagamente al autor. En 1997 la editorial Viamonte rescató la novela "Cinematógrafo" y en 1999 Ediciones del Imán sacó en un volumen la Obra completa. En 2005 será la Editorial Cátédra quien edite "La vida difícil". Para el estudio de la vida y los escritos de Carranque es imprescindible la consulta del libro de Jose Luis Fortea titulado "La obra de A. Carranque de Ríos" publicada por la Editorial Gredos en 1973. Asimismo, y en esta línea biográfica, la Editorial Martínez Roca ha publicado en 2006 un interesante libro titulado "La sombra del anarquista", de Asís Lazcano Nebreda)

MIS RESPUESTAS


Las tres
de la madrugada.

Que vengan
esas grandes preguntas,
que ya tengo
mis respuestas:

el viento
y la lluvia
ahí fuera,

y aquí
al lado
tu respiración.


KARMELO C. IRIBARREN
"Ola de frío", Renacimiento, Sevilla, 2007

TENTACION DEL ESCRITOR


"Haber escrito algo que te deje como un fusil disparado, aún sacudido y humeante, vaciado por entero de tí, donde no sólo has descargado todo lo que sabes de tí mismo, sino lo que sospechas y supones, y los sobresaltos, los fantasmas, el inconsciente, haberlo hecho con prolongada fatiga y tensión, con cautela de días y temblores y repentinos descubrimientos y fracasos y entumecerse de toda la vida sobre ese punto - advertir que todo esto es igual que nada si una señal humana, una palabra, una presencia no lo acoge, lo caldea - y morir de frío - hablar en el desierto - estar solo noche y día como un muerto"

CESARE PAVESE
"El oficio de vivir. El oficio de poeta"
Bruguera Alfaguara, Narrativa completa 1, Bcn,1979

JUARMA


Tengo el ejemplar de un pequeño fanzine perpetrado por el gran Juarma López, hecho a fotocopias, pura artesanía, y titulado “Caballo para todos” que, aunque en Marzo de 2005 costaba un euro realmente creo que no tenía ni tiene precio porque era y es la hostia corrosiva y desternillante en cuatro tomos. Este granadino y su fabuloso humor cafre sigue trabajándose sus monigotes, sus chorradas como él las llama y ahí quedan otros fanzines a quemarropa, títulos tan significativos como “Odio la guardia civil”, “Lo peor de mi mismo” o “Dios salve al lehendakari” y sus colaboraciones bestias en revistas como “El batracio amarillo” (revista de la que hablaré en otra ocasión), “Cretino” (en cuyo risinas suele entrevistar a otros autores comiqueros”) “Ekintza zuzena” o “Tmeo”… Por lo demás, asegura que dibuja sin pretensiones, por puro vicio, y que prepara un nuevo engendro fanzineroso, “Chupando tarjetas”, y que en realidad, cuando sea mayor lo que quiere ser es ballenero. En fin, quien quiera saber de qué va la cosa, que entre en su blog (http://www.vivarumania.blogspot.com/) No se arrepentirá. O sí.

POETAS BRIGADISTAS II


DAVID MARSHALL
(1916-2005)


Go back
Six feet of snow on the Aragon front;
While here
Kids slide in the roadways
Steadied feet thudding in the gutters:
Ice blurs
The red orange blue of neon lights
The harlot shops invite.
But there
The café lights blink and blacken
Ribs tighten, skin grows ware
After the momentary adjustment
A fumbling for the tasteless glass
A startled touch of warm-whorled fingers
A greedy intake of smoke
- The lung-shock battens the nerves
Strange faces glow intimate
Red-arc’d by the fitful cigarette. ..

(Fragmento del poema Retrospect)

Tras falsificar una carta con un supuesto permiso paterno, el británico David Marshall se vino a España - pero no por un viaje de estudios, sino a pelear por la República - donde llegó el 4 de Septiembre de 1936. Tras pasar unas semanas en Barcelona, donde se unió a la Centuria Tom Mann, fue destinado al cuartel general de las recién formadas Brigadas Internacionales en Albacete, para posteriormente incorporarse a la Sección Inglesa del Batallón. Tras pasar un breve periodo de entrenamiento cerca de Madrid, se vio lanzado a la acción en pleno avance del ejército franquista, a pesar de que ni él ni ninguno de sus camaradas habían disparado jamás un fusil, viendose inmersos en un caótico ataque contra El Cerro de Los Angeles sin apoyo de artillería. El 12 de noviembre de 1936 cayó herido de gravedad y fue evacuado hasta un hospital de campaña y, tras ser tratado en Alicante, sería repatriado a Inglaterra a finales de ese año, donde se dedicaría a participar en campañas de ayuda a la República y a la poesía, escribiendo entonces el que se convertiría en uno de sus más conocidos y celebrados poemas, Retrospect, obra que Stephen Spender y John Lehmann incluirían en su gran antología clásica Poems for Spain (1939) Antes de fallecer, en el año 2005, publicó el libro The tilting planet donde, bajo el sello coeditorial de la británica Asociación en Memoria de las Brigadas Internacionales, Marshall incluye nuevos poemas sobre la guerra civil española y otros de diversa temática.

Otros poemas del autor (en inglés):

HIERBA SALVAJE CUBRIRÁ EL JARDÍN



- Todas la maman... – dije de pronto, sin venir a cuento, después de un buen rato en silencio, sin nada que decir.
- Y todos comen coños, no te jode – contestó ella enseguida, juiciosa.
Asentí, completamente de acuerdo. El sol, agonizando, se arrastraba como una alimaña herida hacia el horizonte y fue entonces cuando terminé de liar el último canuto y se lo pasé para que lo encendiera.
- Este costo sigue siendo una porquería – dijo tras dar una calada.
Noté llegar, renqueante, una sonrisa a mis labios. Le miré la jeta. No era mi chica ni de lejos pero nos caíamos bien y nos reíamos y follábamos y andábamos por ahí, sin un puto duro siempre, dando bandazos y porculo, buscando chanchullos e inspiraciones varias.
Yo pintaba a veces, aunque ya cada vez menos, y ella escribía. Yo embadurnaba paneles y trozos de maderas que rescataba de la basura porque nunca me gustaron las palabras, ni escritas ni dichas, y menos aún las gentes que las usaban y ella escribía porque asistió de rebote a la presentación de un libro de un vate progre e intelectual, el consabido santón de las causas nobles que peroraba contra el capitalismo desde la poltrona de su sueldazo y ella, viendo que todo el mundo agasajaba y rendía pleitesía al pobre andoba, decidió en el acto ser poetisa, sin ningún talento para ello pero - afirmaba mirándose las uñas - contando ya con la ayuda inestimable de su entrepierna y sus dos rotundas tetas con las que, efectivamente, con descaro y dedicación logró ser primero editada, después de tirarse a la caterva de editores del underground patrio, y luego hasta festejada en saraos borrachientos, revistas efímeras y otros desatinos literarios.
- Me tomaría un trago de cualquier cosa, un lonyón, por ejemplo – le dije a un chucho callejero que se acercó meneando el rabo, mirándome como con curiosidad, oliéndonos, precisando un puntapié o comida o amparo.
- Vamos a lo del Ñaco, ya sé que no te gusta pero lo mismo hay algún mecenas de buches o algún simple cabrón que invite - opinó coloreándose con rouge rojo chillón - siempre los llevaba así - los labios.
El Ñaco era su colega, otro literato que casi había sido el adalid del malditismo poético, un niñato grimoso que se tuvo que tragar sus ínfulas y su pose y abrir una tasca pulgosa para no tener que masticar las sandeces de sus versos. En fin, que lo mejor del tipo es que tenía una cara para poder partírsela sin más tramites y en cualquier momento.
- ¿Tú crees que trabajaremos alguna vez? - pregunté con guasa, rascándome las pelotas y silbandito una canción de los Ilegales.
- No creo, Morgan, antes de que eso pase estaremos tiesos como mojamas – contestó distraída, guardándose el espejito.
Suspiré, casi tranquilizado. Hacía semanas que no tocaba un pincel. A ella tampoco le iba mejor. Estaba en una época de “sequía creativa”. Sus poemas nunca fueron mejor que una mierda, y ella era la primera en saberlo, pero tenía su rollo y hasta sus lectores idiotas…
- Miré los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes ya desmoronados de la carrera de la edad cansados por quien caduca ya su valentía... Tranquila, nena, volverás a ser la reina de la tribu…¿Nos damos el piro?
El perro, hasta entonces pasmado con mi cara, levantó una oreja a modo de despedida y se fue gimiendo con su pena o su hambre a otro lado. Y nosotros también nos marchamos. En la explanada del paseo empezaban a llegar los primeros coches, que se apresuraban a arrimarse a las zonas oscuras, sin farolas.
- Todas la maman, sin lugar a dudas – volví a decir, encogiéndome de hombros, con alivio porque el día, otra más, se iba definitivamente al carajo sin llevarnos a nosotros por delante.
- Y todos comen coños, gilipollas – volvió a contestar, paciente, bufando, como perdonándome generosamente la vida.
Y asentí otra vez y nos carcajeamos y nos fuimos, trastabillando, medio abrazados, ciegos de porros y sin ninguna salida de urgencia al alcance de los pies, ni ningún litro ni ninguna cosa al alcance de las manos.

DOMINGO LÓPEZ

DESBAUTÍZATE...


...Y DALES UN BUEN CORTE DE MANGAS!

Campaña por la apostasía.
Más info:

HAIKU


Los tipos, completamente borrachos,
habían reventado un caballito
tragaperras, de los que esperan a la puerta
de las zapaterías. Más cerveza.

ANTONIO ANSÓN
"Este mensaje es para tí que tienes mucha soledad como yo"
Huerga & Fierro Editores, Madrid, 2000

MANO DE SOBRA


Del ingrato trabajo inestable:

1.- A la calle
por quedarse embarazada
sin consideración

2.- Al cementerio
cuando resbaló sin avisar
en el andamio.

DOMINGO LÓPEZ
"Suburbia", Ed. Point de Lunettes
Sevilla, 2007

POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN


El 14 de mayo de 2006, en el transcurso de una manifestación, Jaume d'Urgell, vecino de Madrid, arrió la bandera roja y amarilla que ondeaba en un edificio oficial e izó en su lugar la enseña tricolor republicana. Una bandera, recordémoslo, constitucional y democrática, instaurada por el pueblo (en la foto, proclamación de la Republica, en Madrid, el 14 de Abril de 1931) y luego depuesta por las armas y el fascismo. Por este acto de desobediencia civil pacífica, la Fiscalía solicita un año de cárcel, el pago de una multa de 4000 euros y un año de inhabilitación especial para sufragio pasivo (prohibición para presentarse a elecciones).

Más info y para firmar el manifiesto por la libertad de expresión y
por la libre absolución de Jaume:

TODOS CONTENTOS Y YO TAMBIÉN



Por la mañana el gato se echa
perezoso en el impreciso lugar
donde luz y sombra
se entrelazan. En las piedras
que rondan lo que siempre llamamos
nuestra casa, ese sueño
de irnos por las ventanas
encarcelados en las agrestes
paredes del amor

Todas las mañanas, mientras
me espera la escuela, el
gato es tan cierto como los pasos
que de él se alejan. Una simple
mirada, la melancolía
de hablarte después sin el mismo encanto
de su negra quietud, el silencio
en el que se mueve.

Estamos todos, yo tú y el gato,
en el extraño sosiego
de que la muerte suceda un dia de estos,
entre luz y sombra.

MANUEL DE FREITAS
Del poemario "Todos contentes e eu tambén", Campo das Letras, Lisboa, 2000


La poesia de Manuel de Freitas (Vale de Santarem, Portugal, 1972) es la poesía de las calles, de las tascas de Lisboa, de los perdedores, sean los que sean (“No me inquietan los chulos, los asesinos / o estos mendigos silenciosos / Ilustrísima gente /de una innegable mala raza. Prefiero perder / con ellos mis dias y hablar de hambres, de los juanetes / o del precio del aceite. No tengo tiempo / para razones profundas, ni para convivir con “puetas”, del poema “Zulmira, ao amanhecer”) de las manchas de vino (“Branco ou tinto, é o mesmo: é para vomitar”, escribía Alvaro de Campos…) en un mantel de papel donde, con sarcasmo y rabia (“En una taberna del Cais do Sodré / el vino y el serrín manchan / la renuncia de mi cuerpo / abandonado como un esputo / en el suelo de esta mañana nociva”, del poema “A paixâo segundo Ron Athey”) escribe con rotundidad sobre la ciudad, sobre el desasosegante absurdo de vivir… Libros como “Todos contentes e eu também” (2000), “Game over” (2002) o “Blues for Mary Jane” (2004) , que aparecieron en pequeñas editoriales independientes y que a partir de 2002, junto a la mayor parte de de sus plaquettes (Sic, 2002; Beau Séjour, 2003; Büchlein für Johann Sebastian Bach, 2003) serán publicadas por Assírio & Alvim. Es también autor de ensayos sobre poetas como Al Berto o Herberto Helder, asi como coeditor de la revista Telhados de Vidro y director de la pequeña editorial Averno.

De las traducciones: Domingo López

Más poemas de Manuel de Freitas (en portugués): http://lugardaspalavras.no.sapo.pt/poesia/manuel_freitas.htm